El edificio del Carrer Caputxins es uno de los varios edificios que los frailes ocuparon en Tarragona.
Los caputxins llegaron a la ciudad gracias a la voluntad del obispo Joan Terés (1587-1603), que les cedió la iglesia de Sant Fructuòs y también participó en los gastos para su adaptación como convento en 1589 con la llegada de los primeros frailes.
Debido a la construcción simple del edificio y que no reunía las condiciones necesarias, de 1617 a 1626 se llevaron a cabo obras de ampliación y mejora. Finalmente en 1639 abandonan el edificio y buscan nuevo emplazamiento donde levantar una nueva casa. La tarea no fue fácil por la falta de autorización y la ocupación de la ciudad durante la Guerra dels Segadors de 1641 que supuso la destrucción de lo poco que habían construido y del antiguo edificio.
Provisionalmente fueron acogidos en el Hospicio de Niños Huérfanos hasta que finalmente levantan el edificio y se trasladan en 1662. La nueva iglesia queda dedicada a Sant Fructuòs y Santa Tecla con inauguración en 1670.
Con la ampliación del Barri del Port que llegaba y llega hasta la calle donde está el edificio y del que recibe nombre, se ocasionan molestias a los frailes por la extracción de piedra. En 1800 se trasladan a unos antiguos almacenes hasta levantar nuevo edificio en terrenos del señor Castellarnau. En 1802 se coloca la primera piedra del nuevo convento dirigido por el fraile Jeroni de Vilabertran. Se trasladan al 1805.
Los caputxins llegaron a la ciudad gracias a la voluntad del obispo Joan Terés (1587-1603), que les cedió la iglesia de Sant Fructuòs y también participó en los gastos para su adaptación como convento en 1589 con la llegada de los primeros frailes.
Debido a la construcción simple del edificio y que no reunía las condiciones necesarias, de 1617 a 1626 se llevaron a cabo obras de ampliación y mejora. Finalmente en 1639 abandonan el edificio y buscan nuevo emplazamiento donde levantar una nueva casa. La tarea no fue fácil por la falta de autorización y la ocupación de la ciudad durante la Guerra dels Segadors de 1641 que supuso la destrucción de lo poco que habían construido y del antiguo edificio.
Provisionalmente fueron acogidos en el Hospicio de Niños Huérfanos hasta que finalmente levantan el edificio y se trasladan en 1662. La nueva iglesia queda dedicada a Sant Fructuòs y Santa Tecla con inauguración en 1670.
Con la ampliación del Barri del Port que llegaba y llega hasta la calle donde está el edificio y del que recibe nombre, se ocasionan molestias a los frailes por la extracción de piedra. En 1800 se trasladan a unos antiguos almacenes hasta levantar nuevo edificio en terrenos del señor Castellarnau. En 1802 se coloca la primera piedra del nuevo convento dirigido por el fraile Jeroni de Vilabertran. Se trasladan al 1805.
Durante la Guerra de la Independencia, el convento se utiliza como Hospital Militar hasta 1809. El edificio resulta atacado y dañado en 1811. Corto episodio de exclaustración en 1823, y en 1835 se ven obligados a abandonarlo por la desamortización. La parroquia queda bajo la advocación de San Juan desde 1840.
Los caputxins viven un tiempo más en Tarragona con nuevo emplazamiento en la Rambla Nova y en otros lugares hasta el 2007.
Los caputxins viven un tiempo más en Tarragona con nuevo emplazamiento en la Rambla Nova y en otros lugares hasta el 2007.
Fuentes: Cardona, Pere. 'El Convent de frares menors caputxins a la ciutat de Tarragona' (1589-1989). Aproximació històrica. Tarragona: Diputació de Tarragona, 1994.