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9 de setembre del 2012

Historia del Barri del Port de Tarragona


(En català -aquí-)

Originariamente: 'Barri de la Marina'


Así se bautizó lo que hoy conocemos como 'Barri del Port' de Tarragona, el más antiguo de la ciudad después del Casc Antic.

La construcción del puerto moderno a finales del s. XVIII dio lugar a un nuevo nucleo de población, el Barri de la Marina. Suposo un crecimiento demográfico en una ciudad castigada por la Guerra del Francés que redujo la población a 6.000 habitantes. Las obras del Puerto y la Ley del Eixample de 1864 dieron paso a una Tarragona nueva. De este modo, la Burguesía se fue trasladando a la zona del Eixample (la actual unión entre Part Baixa con el centro) dejando el Casco Antiguo que poco a poco se fue degradando.


Así pues, podría decirse que El Barri de la Marina (hoy del Port) supuso la expansión y crecimiento de la ciudad más allá de la Part Alta, y por tanto el segundo núcleo poblacional en crearse en la ciudad.

El Barrio se originó con la Aduana de la Plaça dels Carros


En el año 1772 empezó a construirse el edificio de la Aduana (situada en la actual Plaça dels Carros) cuyas obras finalizaron en 1791. A su alrededor se fueron levantando casas, talleres y almacenes que fueron creciendo en barrio con la compra de terrenos por parte de distintos comerciantes atraídos por esta zona cercana al puerto y al ferrocarril.

Se fueron formando y asfaltando calles como Rebolledo, Sant Oleguer, Sant Fèlix, Sant Pau, Sant Miquel, Misericòrdia, Sant Fructuós o Sant Josep. En ellas se encontraba un almacén de sal, bastantes huertos, un limpiador público, una fábrica de pan para soldados y presos, un molino y una finca con ganado, entre los primeros.



El ingeniero Joan Smith diseñó y dirigió la construcción del barrio


Esta nueva población se diferenciaba de lo que era Tarragona porque no estaba amurallada como el Casco Antiguo y en cierto modo quedaba apartada y desprotegida.

En 1799 el ingeniero director de Marina y brigada de la Real Armada, Joan Smith, asumió la dirección de las obras del puerto tarraconense con los terrenos comprendidos desde la playa hasta el río Francolí.

La Família Real muy contenta con el proyecto


Del 11 al 15 de noviembre de 1802 el Rei Carlos IV y la reina María Luisa visitaron las obras de la ciudad mostrándose entusiasmados según documentos de la época.

Smith proyectó la obra siguiendo las directrices neoclásicas de la época basadas en una cuadrícula alrededor del nucelo central que sería la Plaça dels Carros, llamada también en sus inicios del Comercio, de Olózaga y de Ferran VII. Los ejes principales fueron el Carrer Reial, que enlazaba el puerto con la ciudad de Reus y las comarcas del interior, y el Carrer Apodaca que unía con la población de Tarragona. Se tuvo en cuenta la importancia de potenciar los servicios públicos de alcantarillado, alineación de calles, etc.

Los costes económicos fueron asumidos por el Puerto y su Junta de Obras.

El Carrer Apodaca el primero en crearse


Las calles siguieron el modelo del Carrer Apodaca que fue el primero que se abrió en el año 1807. La nomenclatura de las calles venía dada y dedicada a los ingenieron y gestores portuarios más destacados ya que costeaban las obras. Es el caso de la propia Apodaca, Castellarnau y el de Smith.

Smith estudió fortificar también esta zona de población de Tarragona pero finalmente no se llevó a cabo por falta de presupuesto y la dificultad que suponía. El ritmo de construcción del barrio fue constante hasta que se paralizaron en 1809 cuando Smith murió y las tropas napoleónicas invadieron la ciudad, momento en que los esfuerzos se concentraron nuevamente en los trabajos de fortificación por parte de los presidiarios destinados al puerto. Las fortificaciones levantadas no duraron muchos años.



Las dos poblaciones quedaban unidas con el Carrer Apodaca y su continuación como Carrer Unió aludiendo a su finalidad. Entre ambas, la Plaça de Prim (popularmente de la Mitja Lluna) que por entonces se llamaba Plaça de Isabel II. Justo delante estaba el Convento de los Capuchinos, ahora en su lugar la Iglesia de Sant Joan. La calle de al lado recibe el nombre del convento que en su día ocupaba esta orden y que se derribó y trasladó posteriormente.

La unión de las dos poblaciones


La Guerra del Francés demostró que las murallas de Tarragona no eran efectivas y además los avances tecnológicos militares suponían mejor sistema defensivo. Ello propició que se derribara la muralla de Sant Joan para abrir el Casco Antiguo al resto de ciudad en desarrollo. El Carrer Unió y Apodaca servía de enlace.

Plaça dels Carros, la principal del barrio


Los primeros datos de la construcción de la Plaça dels Carros que debía llamarse Plaça del Moll se remontan a 1807 por la cesión de un huerto a la Junta de Obras del Port donde se construiría la plaza principal del Puerto donde partiría una calle hacia el resto de ciudad. En 1814 la Plaza pasó a llamarse Plaça de Ferran VII por el monarca del momento. En 1868 Plaça de Olózaga por el primer distinguido tributo pronunciado en Tarragona. Entre 1931 y 1936 Plaça de President Macià y en 1940 del General Sanjurjo.


En mitad de la Plaza una fuente construida en 1837 para los animales que trasportaban mercaderías en la zona y posteriormente en 1866 se erigió una estatua en honor a Mercurio, obra de Francesc Barba y el escultor Miró. Actualmente reemplazada por la de Salvador Martorell ya que la original fue destruida con los bombardeos de la Guerra Civil.

Hoy día nuevamente conocida como Plaça dels Carros recordando el paso de éstos por la zona que cruzaba la vía hacia el puerto para trasportar mercaderías.

Vivieron importantes y reconocidas personalidades


Disponer de un bajo para abrir un comercio y tener la vivienda en pisos superiores suponía un atractivo de muchas familias adineradas del momento. Personalidades ilustres como la baronesa de las Cuatro Torres o Josep Anton de Castellarnau tuvieron casas en esta plaza. El convento de los capuchinos se trasladó también de la actual plaza de la Iglesia de Sant Joan a esta plaza.

Destacan edificios y casas como la Cambra de Comerç de 1926 del arquitecto Monravà, el de la Junta de Obras del Port de 1923, el de Carreteres entre 1926 y 1927 por Cabestany y la sede del Banco Hispano Americano en la calle de Apodaca por Josep Maria Pujol de Barberà en 1922. Cercana también la casa Gasset construída entre 1858 y 1859 para una notable familia de Tarragona.

Cabe destacar la Casa Fontanals del carrer Lleó,3 del Barri del Port.

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Por: Adrià Recasens
Fuentes: 'El Naixement dels barris del Port' de Coia Escoda i Luis Ballester