Este domingo la Estatua de Mercurio de la Plaça dels Carros despertaba con un gorro de paja que alguien debió colocar durante la noche o madrugada del sábado.
Debido a la altura del monumento situado sobre un pedestal y la dificultad para treparlo, haría pensar en que diversas personas ayudaron a que la escultura fuera "coronada".
Foto: Pere Camarasa