CERCA NOTÍCIES AL BLOG:

8 d’octubre del 2012

Teatro Romano de Tàrraco



Alrededor del 1919 las excavaciones en un solar entre Carrer Caputxins y Carrer Sant Magí del Barri del Port pusieron al descubierto los restos del Teatro romano de la Antigua Tàrraco, con fecha de finales del siglo I a.C en la época del emperador romano Augusto.


Según los estudios, el edificio estuvo en activo hasta finales del siglo II d.C en que perdió uso. En el siglo III el equipamiento se incendió y los restos que quedaron fueron utilizados y aprovechados para construir otros edificios.


Las primeras construcciones que hay documentadas corresponden a un conjunto de naves relacionadas con el puerto republicano de la ciudad. El edificio se amplió y utilizó hasta finales del siglo II dC, momento en qué quedó abandonado. En el siglo III dC, el sector monumental anexo fue ocupado por nuevos edificios que reutilizaron muchos de los materiales del teatro.


La existencia del teatro romano de Tàrraco se pierde hasta el año 1884. El año 1919 fue objeto de las primeras excavaciones sistemáticas por parte de Puig y Cadafalch. El solar donde hay el teatro, titularidad de la Generalitat, no está abierto al público y está bastante abandonado a pesar de que se han llevado a cabo tareas de mejora y exposición para poderlo ver a través de unas verjas.

De este modo, los restos del Teatro de Tàrraco todavía son una asignatura pendiente en cuanto al tratamiento del patrimonio monumental de la ciudad.


La edificación del teatro se aprovechó de un desnivel natural del suelo para construir la grada, que se orientó de cara al mar y cubierta con una carpa. Se dividió en cuatro partes, para poder acceder al espacio desde diferentes niveles. Su planta era semicircular y tenía una capacidad de entre 4.000 y 5.000 espectadores.

De entre los hallazgos conservados destacan las cinco primeras gradas que, en su descubrimiento, tenían todavía su revestimiento de mármol. Además, también se han encontrado dos escaleras radiales situadas alrededor de la orquesta. En cuanto a la fachada ornamental, sólo se han conservado sus cimientos. 


Del conjunto de elementos que formaban el teatro hay que destacar el más impresionante: al fondo de la escena había una gran fachada compuesta por tres órdenes superpuestos. Su función principal era estética puesto que actuaba como paisaje de fondo de las representaciones.

El escenario donde tenía lugar el espectáculo se encontraba elevado sobre un podio decorado con exadros y placas de mármol. Ante este, se situaba el cuerpo de músicos conocido como orchestra. De este gran complejo destaca un ninfeo decorado con pilastros que tenía un gran estanque de más de cuatro metros de profundidad.

Fuentes: tarracowiki.cat