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15 d’octubre del 2012

Estatua de Mercurio en la Plaça dels Carros



La Estatua de Mercurio, ubicada en la Plaza de los Carros del Barrio del Puerto, ocupa el espacio donde inicialmente había un pozo en la que antes se denominaba Plaza del Mar o Plaza del Puerto.

Fue en 1810 cuando el director de las Obras del Puerto hace una queja formal y por escrito sobre el poco cuidado de este pozo que queda inutilizado con el tiempo a medida que la Plaza cada vez es más transitada por carros y mercancías.

Hacia 1860 el Ayuntamiento decide urbanizar la Plaza y sustituir el pozo por una fuente monumental. Por el momento se coloca una barandilla de hierro alrededor.  El arquitecto de la Diputación, Francesc Barba y Masip, presenta el día 15 de diciembre del 1865, el proyecto de la fuente con cuatro cisnes y una escultura sobre columna. Se decidió que, provisionalmente, la imagen representara a Mercurio, Dios romano del comercio, hasta que se pudieran reunir dinero para sufragar otro símbolo del Comercio y la Marina que se tenía proyectado.

En diciembre del 1866 se colocó la estatua de Mercurio, obra de Bernat Verderol (autor de los Gigantes Viejos, Moros y Negritus de la ciudad) sobre una columna estriada de mármol blanco, rodeada por un espumillón de flores en la parte superior, hecho por el escultor Cantó.


Debajo había un pedestal de planta cuadrada, donde Antoni Miró esculpió cuatro medallones de piedra; dos de ellos representan el escudo de Tarragona, otro los símbolos de las ciencias y las artes, y el cuarto, los atributos del comercio. Finalmente, debajo del pedestal, pusieron un pilastro de sección octogonal. Mercurio tenía una corona alada en la cabeza y descansaba su brazo izquierdo sobre un sillar, sosteniendo con la mano un símbolo del comercio. Posteriormente, la estética del monumento y su progresivo estado de abandono a lo largo de los años siguientes, ocasionó muchas críticas.


Durante la guerra (1936-1939), la onda expansiva de una bomba de aviación que cayó muy cerca, afectó la estatua, quedando decantada y medio colgante sobre su base. Como era de barro, y para evitar que en un día de viento pudiera pasar alguna desgracia, se desmenuzó y arrancó, restando en su lugar el pilastro, el pedestal, la columna y el hierro que la sujetaba.


Finalmente, después de 20 años sin escultura, el Ayuntamiento encargó a Salvador Martorell la realización de una nueva estátua que se colocó el 28 de diciembre de 1959, sin la columna de apoyo. Coincidió con el Día de los Santos Inocentes ya que era habitual la inocentada de decir que la escutura había regresado a su sitio, pero ese año fue verdad. La nueva imagen de Mercurio tenía dos metros de altura y estaba hecha en piedra de Hontoria (Burgos). Su coste fue sufragado conjuntamente por el Ayuntamiento de Tarragona, la Cámara de comercio y el Gremio de Exportadores de Vinos.


El 26 de febrero de 1993 se sustituyó por una nueva de bronce por parte de los talleres Ginfer de Reus, trasladando la anterior, afectada por el ambiente y humedad del mar, al Castillo de Masricart de La Canonja. Si la primera miraba hacia la vía de tren, la nueva estatua daba la espalda.


El 1988 una remodelación urbanística de la Plaza de los Carros restó visibilidad a la escultura, "perdida" en medio de un entramado de pilastro que en mayo del 2003 se demolieron recuperando la visibilidad del monumento.


Fuentes: 
-tarracowiki.cat
-'Tarragona: escultures, làpides i fonts: Monuments i elements decoratius als carrers de la ciutat'. Tarragona: Arola Editors, 2002